EL AMOR DEL PADRE DIOS NOS DEVUELVE LA DIGNIDAD DE PERSONAS
27 de julio 2023
Objetivo: Reconocer que el amor de Dios hacia sus hijos nos devuelve la dignidad
de personas pese a nuestras faltas.
1.-
Atentamente lee estos párrafos en relación a la parábola y responde:
La palabra
«pródigo» se refiere a alguien que gasta lo que tiene en cosas inútiles. Para
empezar, Jesús presenta a los personajes principales y el asunto. «Un hombre
tenía dos hijos. El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me
toca de la herencia”. Así que el padre repartió sus bienes entre los dos». Esta
petición era un tanto ofensiva pues es como si el hijo menor le hubiera dicho a
su papá, que como tardaba en morir y él quería disfrutar de la vida, prefería
que le adelantara su herencia para poder irse y comenzar a vivir a su manera.
El padre
accedió, repartió la herencia y el hijo menor se fue a un país lejano donde
malgastó el dinero en placeres desenfrenados. Se quedó sin nada y empezó a
pasar necesidad así que tuvo que buscar un trabajo. Pero el país donde vivía
tenía problemas económicos y no era fácil conseguir uno. Solo había trabajo
cuidando cerdos, un animal impuro para los judíos. El hecho de que lo aceptara
nos revela su nivel de desesperación. Estaba con hambre y hasta deseaba comer
la comida de los cerdos. ¡Tal era su situación!
El joven recordó que en su casa los
jornaleros que trabajaban para su padre vivían mejor que él y decidió regresar.
Ensayó un mini discurso con el que intentaría convencer a su padre para que le
diera un trabajo. Él sabía que la ofensa contra su padre había sido enorme y ya
no aspiraba a ser tratado como hijo. Sin embargo, el amor de su padre era muy
grande. El mismo padre que lo dejó ir sin recriminarle lo recibió sin preguntas
ni censuras.
¡Qué escena más
conmovedora! El padre sale corriendo a recibir a su hijo, lo abraza y lo besa.
No espera dentro de la casa ni trata a su hijo con frialdad. Tampoco le dice
que vaya a bañarse o a cambiarse de ropa antes de saludarlo sino que lo recibe
y le expresa su amor y aceptación tal como estaba. Ni siquiera deja que el hijo
termine el discurso corto que había practicado sino que lo interrumpe y ordena
a sus siervos: ¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también
un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y
mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero
ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así
que empezaron a hacer fiesta.
Responder:
a.- ¿Cómo
sabemos que el padre de la parábola perdonó a su hijo? ¿Qué hizo para recibir a
su hijo?
b.- ¿Qué nos
quiere enseñar Jesús con esta parábola? ¿Cuál es su mensaje? Explica.
c.- ¿Qué te
dice Jesús? ¿Qué palabras resuenan en tu corazón al leer esta parábola?
Describe.
2.- Busca dos noticias donde se muestre la pérdida de la dignidad de las personas y luego:
- Describe las noticias (contar de qué se tratan).
- Explica por qué las noticias muestran la pérdida de la dignidad de las personas.
- Argumenta soluciones posibles a esos problemas que mostraron las noticias.
- Indica cómo es posible prevenir que esos hechos vuelvan a ocurrir.
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El Hijo Pródigo
Lucas
15,11-32
Un hombre tenía dos hijos —continuó Jesús—. El menor de ellos le dijo a
su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia”. Así que el padre repartió
sus bienes entre los dos. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y
se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia.
Cuando ya lo había gastado
todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad.
Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a
sus campos a cuidar cerdos. Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el
estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada.
Por fin recapacitó y se dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de
sobra, y yo aquí me muero de hambre! Tengo que volver a mi padre y decirle:
Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu
hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros”. Así que emprendió el viaje
y se fue a su padre.
Todavía estaba lejos cuando
su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo
abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra
ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”. Pero el padre ordenó a sus siervos:
“¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el
dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para
celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto
a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”. Así que empezaron a
hacer fiesta.
Mientras tanto, el hijo
mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música
del baile. Entonces llamó a uno de los siervos y le preguntó qué pasaba. “Ha
llegado tu hermano —le respondió—, y tu papá ha matado el ternero más gordo
porque ha recobrado a su hijo sano y salvo”. Indignado, el hermano mayor se
negó a entrar. Así que su padre salió a suplicarle que lo hiciera. Pero él le
contestó: “¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus
órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos!
¡Pero ahora llega ese hijo tuyo, que ha despilfarrado tu fortuna con
prostitutas, y tú mandas matar en su honor el ternero más gordo!”
“Hijo mío —le dijo su
padre—, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero teníamos
que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero
ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”.